domingo, 1 de enero de 2017

¡Bienvenido sea el 2017!


Sean mis primeras palabras, mi primer post del año, para transmitir a todos mis mejores deseos para el año que acabamos de iniciar. Ojalá dejemos de calificar los años como 'buenos' o 'malos' por la cantidad de cosas que consideramos buenas o malas y que nos pasan a lo largo de él, y empecemos a fijarnos en las oportunidades y experiencias que nos aportan los acontecimientos que nos toca vivir. Como dice Víctor Küppers, "nunca podemos elegir los acontecimientos. Nunca. Pero siempre, siempre, siempre, siempre podemos elegir nuestra actitud. Siempre. Ésa es nuestra gran libertad". Cómo respondamos ante los acontecimientos marca la diferencia entre ser una persona amargada, tóxica, de la que es mejor huir de su compañía, y ser una persona simpática, amable y con la que merece la pena codearse y trabajar. ¿Qué vamos a ser este año?

Para celebrar "a la vienesa" el inicio del nuevo año os dejo la Polka Tritsch-Tratsch (o Trish-Trash), de Johann Strauss hijo, compuesta en 1858, en la versión que dirigió el fallecido director Carlos Kleiber a la Orquesta Filarmónica de Viena en el Concierto de Año Nuevo de 1992. Se desconoce el origen exacto del título, que podría ser tanto una referencia a los parloteos o cotilleos ("chit-chat") de los vieneses, como al nombre del perro de la primera mujer de Strauss ("Tritsch-Tratsch").


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